miércoles, 27 de junio de 2012

¿Efectivamente crees que puedes cambiarlo?



Durante estos años hemos podido ser parte de un progresivo acercamiento a la práctica profesional, para algunos atractivo, otros han caído en este acercamiento. No ha dejado de ser difícil en ningún momento, y menos en las circunstancias que tuve y muchos de mis compañeros tuvieron que enfrentar, quizás no por algún problema, sino por lo importante del desafío planteado para este acercamiento directo a la práctica profesional, nuestra primera clase.

            Los desafíos planteados eran inmensos, no solos por las cátedras universitarias, sino más bien por hacerse cargo de todo lo criticado durante estos tres años, tarea difícil y muchos a lo mejor sintieron lo que yo, no puedo caer en lo que he detestado. En el fondo, tomar consciencia de la gran responsabilidad que tenemos en nuestras manos, pero tampoco sin engañarse, ni pretender cambiar siglos de historia.

            Las pretensiones altas en la práctica docente son muy validas, lo también valido es considerarnos personas con importantes debilidades, por ende a mi forma ver, consientes de que las mentalidades de una sociedad no pueden ser modificadas o “mejoradas” en un par de clases, lo importante es luchar contra estas imposibilidades y ver también que si somos capaces de aportar e intentar construir bases en donde profesores, estudiantes y el resto de la sociedad construyan una sociedad más justa, diversa y libre. La tarea no está solo en nuestras manos.

            El enfrentarme hace poco a una clase, te enfrenta de golpe y violentamente a las responsabilidades que asumes en la práctica docente, eso en este momento, lejos de constituirse como una piedra en el camino, se presenta como un importante desafío. Pero el desafío mayor es que las ganas, motivaciones y felicidades que sentí al dar mi primera clase, se mantengan genéricamente durante muchos años más, lamentablemente en dos años y medio de prácticas en contextos escolares, no solo hemos tenido que presenciar las desmotivaciones de los jóvenes ante el insípido conocimiento escolar, sino que el de los profesores, descontentos y desilusionados con su vida profesional, lo que considero aun más grave y que nos juega profundamente en contra.

            Finalmente lo que quiero lograr, es que efectivamente tenemos muchas cosas que nos juegan en contra a la hora de visualizarnos como futuros profesores, que no solo están incubados en el sistema escolar, sino que son parte de toda la sociedad chilena, principalmente construida sobre bases de desigualdad y exclusión, quizá siendo realista, no vamos a cambiar esa realidad, pero  en nuestras manos está la posibilidad que esas problemáticas no pasen por enfrente sin hacer nada. El reconocer nuestras limitaciones en ningún caso es reconocer que no podemos luchar en contra de lo que consideramos injusto, y expresar nuestras visiones de mundo y aportar a la construcción de una sociedad con más respeto y honestidad.

 
            Respondiendo a la pregunta, quizás podría decir que yo no puedo cambiar todo lo que detesto, pero si puedo comprometerme, como lo hice al momento de enfrentarme a la clase y los jóvenes, que voy y quiero intentarlo ¿y tú?


Javier Tapia Carreras




2 comentarios:

  1. Yo????? Al igual que tu, Javier, tengo plena consciencia de que en una clase no se puede hacer la revolución... es un proceso muy complejo que implica tener en cuenta la responsabilidad que recae en nuestras manos ser docentes en estos días... días de incertidumbres... de amores y de tradiciones líquidas que llevan a las personas a preocuparse por problemas ilusorios mientras dejan su vida guardada en algun bolsillo.
    Yo abogo por una pedagogía en donde todos nos realicemos como personas, tantos estudiantes como docentes, no tan solo centrada en el contenido y las habilidades necesarias para, posteriormente, ser "competentes" en el ámbito laboral... me pregunto ¿Qué significa ser competente...saber-hacer? ¿Saber-hacer qué, bajo qué contexto?. ¿Cuál es la lógica que está detrás de ella?...
    Creo que siendo profe se puede hacer mucho más que desarrollar competencias, podemos ayudar a que nuestros estudiantes sean felices... en el fondo eso es lo que todos buscamos, pero muy pocos encuentran...

    Saludos!

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  2. Felicidad que bella palabra, si me preguntaran que me gustaría lograr, seria colaborar en la educación de personas felices o que por lo menos intentan serlo.

    Gracias Sole, saludos...

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